domingo, 28 de septiembre de 2008

VEINTE CANCIONES . CANTA SORGALIM

INELUCTABLEMENTE CARLOS…

Carlos

Betty (esposa de Carlos), Bella Clara Ventura, Susana Roberts, Carlos Garrido y José Guillermo Vargas.


La primera vez que se acercó a mí, me abordó de una manera originalmente simpática, típica de esos hombres que con su personalidad arrollan y pueden decirle cualquier galantería a una mujer, sin el menor atisbo de ofensa o prepotencia. En mi subjetividad intuitiva, inmediatamente lo capté grandioso y maravilloso…

La segunda vez, demostró lo que realmente era: un escritor de gran calibre con una amplia concepción de la existencia humana que combina lo esencialmente espiritual con lo prestamente necesario y pragmático del tiempo que nos toca vivir.

Y la tercera vez… he tenido que confesarle que mi cariño por su ser es inevitable, tal cual esos trazos ineluctables, infalibles e indelebles que se arrojan sobre un lienzo, pero verdaderamente se marcan en el corazón.

¿A quién me refiero?... a Carlos Garrido Chalen, poeta, periodista y abogado, nativo de Perú, pero que realmente emergió a la luz con un apostolado de amor para servirle a Latinoamérica y al mundo. Solo basta leer unas cuantas líneas de su amplia producción literaria para convertirse en presa de su encanto lírico y magnéticamente seguir leyendo, para continuar cayendo en la profundidad de los secretos de su esencia. Como en los versos que me permito citar:

“Con mi arpón de pescador, disfrazado de viento,
libro diarias batallas contra mi hambre
insaciable;
y aunque sé que sólo soy un caminante
que se sube a la higuera del silencio,
le temo al rey enamorado
en el que suelo convertirme
cuando te amo”

Sus imágenes de lenguaje depurado, con la elegancia de la sencillez, forman sinécdoques de una existencia que ha cultivado un pensamiento telúrico, sociológico, filosófico e intensamente humano:

:”Era un árbol firme.
Y nada me importaba más que ver mis frutos
venciendo el hambre de los niños;
No recogía uvas de los espinos
ni higos de los abrojos.
Tenía un alma vegetal inmensamente sensitiva.
Y eso lo sabían los grillos que orquestaban
mis fiestas coloquiales”
.
Al respecto el poeta Luis Gilberto Caraballo argumenta:
“Lo conozco por su poesía y su humildad, y como a tantos otros escritores en el orbe que uno puede encontrar en las redes cibernéticas, haciendo la salvedad importante que no todos poseedores del talento y del alma generosa de Carlos, y en esto último tengo que marcar una diferencia importante. Por ello una de sus características que acompañan a este destacado escritor de nuestro continente es su condición humana de ayuda hacia otras personas”. Y estos argumentos yo misma podría suscribirlos.

Mi confesa intención, al escribir estas líneas es -de alguna manera- respaldarlo públicamente en la concesión del premio Miguel de Cervantes 2008.


Prof. Msc. Phd. Milagros Hernández Chiliberti
SorGalim
Ingeniera de sueños